TESTIMONIOS

WALTER - NUESTRA INSPIRACIÓN

Me llamo Walter y tengo 13 años. Mi madre huyó conmigo y con mi hermano de un padre que abusaba de nosotros. Su siguiente marido tampoco era bueno. Mi madre huyó y mi hermano y yo nos convertimos en un problema para ella. Acabé en la calle con 7 años. La vida en la calle no era buena. Cuando Joseph me recogió hace unos meses, mi vida cambió. Me encanta mi nueva familia y poder ir al colegio. Tengo un talento, canto muy bien. El futbol también me gusta. Ahora tengo todo lo que necesito y tengo esperanza en el futuro.

 

TOMAS ALUSHULA - PRIMER ACOGIDO EN EL ORFANATO

Soy el primer chico que Joseph recogió de la calle y escolarizó hace 6 años. Y mi vida nunca volvió a ser la misma. Me he transformado física, emocional y psicológicamente. Este lugar me devolvió la esperanza, y a mis hermanos también. Joseph ha sido un pilar en mi vida, dándome amor, cuidados, apoyo y seguridad. Mi mayor sueño es seguir sus pasos y ayudar a transformar más vidas en mi comunidad. Gracias por formar parte de esto.

BENJAMIN WAFULA - NIÑO ACOGIDO EN CASA FAMILIARES

Viví en la calle durante 3 años. Lloraba mucho, dormir fuera es muy malo. Hablé entonces con Joseph para que me ayudara a encontrar a mis abuelos. La mujer de mi padre me había echado de casa. Joseph me ayudó a encontrarlos y me llevó hasta su poblado y habló con ellos. Vuelvo a estar con mi gente y estoy contento. Doy gracias por mi vida y a Joseph por quererme y ayudarme.

MESHAK MASIKA – TRABAJADOR SOCIAL DE BUNGOMA Y SUPERVISOR GUBERNAMENTAL DEL ORFANATO

El éxito del trabajo de Joseph y su equipo reside en su empatía y aceptación incondicionales hacia los chicos del orfanato y de la calle. Este proyecto ha dado voz a los que no la tenían, ha abogado por ellos y se ha convertido en agente de cambio de toda la sociedad de nuestra población. Muchos chicos de la calle han sido reintegrados en la sociedad, dándoles herramientas para autoabastecerse, otros han sido escolarizados y tienen de nuevo un futuro ante ellos. Los chicos que siguen en la calle muestran respeto, tienen unas necesidades mínimas cubiertas y reciben seguimiento. Como representante gubernamental doy fe de la gran labor de este equipo.

ANNE KAMOTA – PROFESORA DE PRIMARIA DE LA ESCUELA SIKATA

El orfanato ROHMI ha sido de una gran relevancia para nuestra comunidad. La mayoría de los chicos más pequeños del orfanato están escolarizados en nuestro centro educativo. Muchos ya han pasado a centros de secundaria en los alrededores. Los chicos están provistos de todo lo que necesitan a nivel de albergue, comida, uniformes, papeles oficiales y están limpios y cuidados. Todos ellos demuestran una gran disciplina fruto de una gran labor moral que se lleva a cabo en el orfanato. Además, hay que destacar que los resultados académicos de nuestro centro han mejorado notablemente gracias a los expedientes académicos de estos chicos, que siempre se encuentran entre los mejores. Estamos orgullosos del trabajo de Joseph y su equipo y felices de poder tener a estos chicos en nuestra escuela. 

DAVID SIMIYU – Niño de la calle

Soy David y tengo 10 años. Vivo en la calle y sobrevivo comiendo de los restos de la basura. Quiero ir al colegio. Mi vida en la calle no es buena porque la gente nos pega y nos utiliza para pedir dinero. Joseph nos ayuda, nos da ropa limpia y nos ayuda a comer caliente a veces. Se preocupa por mí cuando estoy enfermo.